Los nuevos artefactos

Durante la vendimia 2013 quería hacer un rosado, tenia ganas de un vino que pudiera tomar frio en primavera, en el jardin. Para eso tomamos algo de jugo de cabernet y practicamos lo que se conoce como sangria, eso es, retirarlo con muy poco contacto con las pieles.
Lamentablemente, estas uvas estaban muy maduras, por lo que terminamos con un rose de 14,3° potenciales, pero con su acidez intacta. No me convencio y lo devolvimos a los orujos para hacerlo diferente.
Por otro lado, teníamos todos aquellos barriles de cabernet 2013 que formaban parte de los controles experimentales de terroir sonoro y ya tenían la suficiente evolución como para ser embotellados y eso hicimos. Al final quedo un poco de este vino, un saldo y solo por acomodar los volumenes los mezclamos con levísimo tinto previo. El resultado fue un tinto, fresco, con 50% de malolactica, poca madera y muy pero muy frutal. Un un tinto, pero "nitanto".

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